Vecinos de Ciudad de México se manifestaron contra los efectos de la gentrificación en colonias como Roma y Condesa, denunciando el alza de precios y el desplazamiento de residentes de larga data.
En días recientes, se registraron protestas en Ciudad de México contra la gentrificación, fenómeno que ha generado preocupación entre los residentes locales debido al aumento de rentas, precios de vivienda y transformación del entorno social y cultural de varios barrios tradicionales.
Las manifestaciones se dirigieron principalmente contra la llegada de nómadas digitales extranjeros, especialmente de Estados Unidos, quienes se han establecido en colonias céntricas como Roma, Condesa y Santa Fe. Los manifestantes señalaron que el poder adquisitivo en dólares y la creciente demanda de alojamiento temporal han encarecido la vida cotidiana y provocado el desplazamiento de familias de bajos ingresos.
Frases en pancartas y grafitis como “La gentrificación es colonización” o “¡Habla español o muere!” reflejaron el descontento de un sector de la población. Algunos espacios frecuentados por extranjeros fueron saqueados durante las protestas, hecho que fue condenado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien también reconoció la existencia de una presión creciente por el alza de precios y la especulación inmobiliaria.
Sheinbaum subrayó que cualquier rechazo hacia personas por su nacionalidad es inaceptable y que México es un país abierto al mundo. No obstante, también cuestionó los efectos negativos de plataformas como Airbnb y la falta de regulación en el mercado de vivienda.
Daniela Grave, vecina de la colonia Roma Sur, expresó que los negocios tradicionales han sido reemplazados por cafeterías, estudios de yoga, galerías y tiendas dirigidas a extranjeros, lo que ha modificado la dinámica del barrio. Señaló además que los precios en mercados y restaurantes han subido y que varios edificios se han convertido en alojamientos temporales.
Por otro lado, Luis Sosa, residente de la Condesa, reconoció que si bien hay inquietudes legítimas, también es importante evitar un enfoque xenófobo. Consideró que la responsabilidad recae más en los promotores inmobiliarios y la falta de regulación, no en los extranjeros que llegan.
Estudios recientes revelan que, entre 2000 y 2022, el precio de la vivienda en Ciudad de México se cuadruplicó, mientras los ingresos de muchos mexicanos disminuyeron. Se estima que más de 23 mil familias de bajos ingresos son desplazadas cada año debido a estos cambios.
Clara Brugada, actual jefa de Gobierno de la ciudad, aseguró tras las protestas que su administración rechaza la gentrificación y trabaja para proteger a los habitantes con subsidios de vivienda y posibles nuevas regulaciones al hospedaje temporal.
A pocos años del Mundial de Fútbol 2026, las autoridades reconocen la necesidad de equilibrar el desarrollo turístico con la protección del derecho a la vivienda para los capitalinos.