El periodista Ezra Shabot explicó que la estrategia de Donald Trump combina temas comerciales y de seguridad, lo que representa un desafío diplomático para el gobierno mexicano.
Ciudad de México. La relación entre México y Estados Unidos atraviesa un momento complejo debido a la nueva ofensiva arancelaria del expresidente Donald Trump, quien ha vinculado los temas comerciales con cuestiones de seguridad y narcotráfico.
En su participación para MVS Noticias, el analista político Ezra Shabot explicó que esta estrategia no es nueva, pero ahora se presenta de forma más directa, con declaraciones que podrían anticipar una guerra comercial.
“Parecería ser que el señor del pelo amarillo está en condiciones de declarar abiertamente lo que sería una guerra comercial a México”, señaló.
Durante su gestión, Trump ha impulsado una política exterior basada en decisiones unilaterales y proteccionistas, afectando a diversos países. En el caso mexicano, el nuevo arancel al jitomate y otras presiones están ligadas a temas como el narcotráfico y la crisis del fentanilo, lo que ha generado preocupación en distintos sectores.
El periodista destacó que Estados Unidos ha pasado de ser un socio comercial a un adversario, según la visión del expresidente. Esto se refleja en el enfoque de Trump de usar los aranceles como herramienta política, sin importar las repercusiones en el mercado bilateral.
En este contexto, el gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha optado por una postura de diálogo y mesura, intentando mantener las relaciones diplomáticas estables sin dejar de defender los intereses nacionales.
“La forma de responder del gobierno mexicano es similar a la del resto de los países que se han visto afectados directamente por Trump”, agregó Shabot.
El especialista también subrayó que la actitud de Trump ha generado un clima de incertidumbre a nivel global, ya que su estilo de liderazgo resulta impredecible y complica la posibilidad de llegar a acuerdos duraderos con otros países.
Finalmente, Shabot concluyó que este nuevo escenario obliga a México a replantear su estrategia frente a Estados Unidos:
“Hoy se trata básicamente de este adversario a partir del cual se tiene que enfrentar como eso, no como socio, no como aliado, sino como adversario.”