El 23 de agosto de 2025 ocurrirá la luna negra, un fenómeno poco común que coincide con el cierre de la lluvia de meteoros Perseidas y que, en distintas tradiciones, se asocia con renovación y nuevos comienzos.
La llamada luna negra llegará el sábado 23 de agosto de 2025 y se perfila como uno de los fenómenos astronómicos y espirituales más comentados del año. Aunque no es un término oficial de la astronomía, se usa para describir la coincidencia de dos lunas nuevas en un mismo mes o cuando una estación cuenta con cuatro lunas nuevas en lugar de tres.
Durante esta fase, la Luna se ubica entre la Tierra y el Sol, lo que impide ver su cara iluminada. La ausencia de luz lunar oscurece el cielo y mejora la visibilidad de otros eventos, como las Perseidas, la lluvia de meteoros más reconocida del verano. Su punto máximo de observación concluirá el 24 de agosto, por lo que la coincidencia hará de este fin de semana una oportunidad especial para observar el cielo.
En México, no se trata de un fenómeno visible como un eclipse, pero puede disfrutarse mejor en lugares alejados de la contaminación lumínica. Destacan sitios como la Sierra de San Pedro Mártir en Baja California, el desierto de Samalayuca en Chihuahua o la Reserva de la Biósfera El Cielo en Tamaulipas.
En el plano espiritual, la luna negra suele relacionarse con la introspección, la limpieza emocional y la siembra de intenciones. Este año se dará en el signo de Virgo, lo que refuerza su vínculo con el orden, la depuración y la claridad. Para muchas tradiciones, se considera un momento propicio para dejar atrás lo que ya no aporta y abrir espacio a nuevos proyectos y caminos.