La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó expresiones de racismo y xenofobia en la reciente marcha contra la gentrificación, y anunció que se trabajará en una regulación para evitar el alza excesiva en las rentas.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, condenó las expresiones de racismo, clasismo y xenofobia registradas durante una marcha contra la gentrificación en Ciudad de México. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum recordó que el país debe mantener sus principios de inclusión y respeto hacia todas las personas, sin importar su origen.
“Hay que decir que todas y todos los mexicanos tenemos que tener muy presente el no a la discriminación, no al racismo, no al clasismo, no a la xenofobia. Las muestras xenofóbicas de esa manifestación hay que condenarlas”, afirmó la mandataria.
Aunque reconoció que el tema de la gentrificación es una preocupación legítima, advirtió que esta demanda no debe derivar en discursos de odio. Señaló que México siempre ha sido un país solidario y abierto al mundo, y reafirmó su compromiso con el respeto a la diversidad.
En relación con el problema del aumento en las rentas y la especulación inmobiliaria, Sheinbaum indicó que su gobierno trabajará en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) para desarrollar un mecanismo de regulación que evite el encarecimiento excesivo de viviendas en ciertas zonas de la capital.
Por otro lado, la presidenta también reprendió públicamente a una mujer de nacionalidad argentina que fue captada en video realizando comentarios discriminatorios hacia un policía capitalino. Calificó los hechos como un ejemplo de “clasismo aberrante”.
“Cualquier mujer u hombre que quiera venir a nuestro país tiene que respetarnos”, subrayó Sheinbaum, al tiempo que reiteró que los extranjeros que residen en México están obligados a cumplir la ley y actuar con respeto hacia la población local.
Con estas declaraciones, la presidenta busca establecer un equilibrio entre el rechazo a la discriminación y la atención a los efectos sociales de la gentrificación, que ha sido motivo de creciente debate en la capital del país.
